VIVIMOS EN UNA GRANJA

Vivimos en una granja, todos juntos y apretados. Nos mezclan entre nosotros y nos van acumulando.

Y no sabemos qué pasa, nos ponen las orejeras, para que no nos de miedo y no escapemos por piernas.

Es una granja bonita, de colores variopintos. Unos visten elegantes, otros parecen mendigos.

Nos clasifican por clases, por edades, por distritos. Nos marcan con mil señales, somos ganado bonito.

Y nos vamos desgastando, de tanto pienso ingerido, nos inoculan veneno que tragamos con ahínco.

Porque en esta granja, nadie se reconoce encerrado, no te puedes liberar, no sabes que eres esclavo.

Y si un día te percatas que todo era un vil engaño, entonces te darás cuenta y saldrás pronto volando.

Te perseguirán por tierra, por aire y hasta por mar, pero el hombre que despierta no se vuelve a esclavizar.

ESTANDO EN EL MUNDO SIN SER DEL MUNDO

Que nada te afecte, que nada te importe, que seas como el cisne que no se ensucia el plumaje aunque se meta en el barro.

Que todo lo entiendas, que lo comprendas todo, que nadie te ofenda, que no pierdas el control ni los buenos modos.

Que seas ecuánime, equilibrada y sabia, compasiva, empática, prudente, impasible.

Que si te equivocas, rectifiques pronto, que nunca crítiques ni juzgues a nadie.

En definitiva, que estés en este mundo pero no seas de este mundo.

ESCUCHANDO LAS SEÑALES


Después de una vida de obediencia y miedo, siguiendo todas las normas, de espaldas a los misterios.

Después de ir buscando fuera lo que siempre tuve dentro, de ir persiguiendo los sueños que me perdí de pequeña…

Después de ser buena hija, mejor alumna, estupenda universitaria.
Después de creerme más lista que la más lista de la panda…

Después de obedecer mucho, sin preguntarme por nada…

Me di de bruces con la vida y desperté de la ignorancia.

Y no es que me crea mejor, ni más guapa, ni más sabía…

Sólo sé que soy ahora la que soñé ser cuando soñaba: una mujer que confía, eterna esencia encarnada.

Sabedora de la magia, creadora de la abundancia. Luchadora empedernida, no me conformo con nada. Lo que tengo para mí, lo quiero para mi hermana.

Escuchando las señales tengo más fe en mi misión. Sólo sé que no sé nada, sólo escucho al corazón ❤️

Azucena mujer viva bajo la jurisdicción de la Ley Natural 🌿
UCC1-308
En honor – sin perjuicio
Todos los derechos reservados ©️

El Paréntesis del Ser
La Voz de Pankara 🌷

SOMOS MUCHO MÁS QUE DOS

Desde el infinito y más allá, desde el cosmos a las estrellas, desde Lemuria a la Atlántida, desde Alins hasta Canyelles.

Venimos desde muy lejos y no nos dimos ni cuenta. No es casual nuestro camino, nuestra misión se manifiesta.

Cabalgando en el destino, afrontamos las afrentas. Si se cierran las ventanas, se nos abren otras las puertas.

Dios guía nuestro camino, ganamos ya nuestras guerras.

El Amor que nos ha unido nos acompaña a la meta.

EN BUSCA DEL SILENCIO

Entre tanto ruido, con tantas distracciones, entre el palabrerío y las disquisiciones.

Disecciono noticias, separo conversaciones, me río de mi misma, me canto mis canciones.

Y busco en el silencio las respuestas, los dones, la calma, las verdades. La vida a borbotones.

El silencio buscado, necesario, añorado. El silencio que cura el corazón helado.

El silencio que es cómplice de mis respiraciones y me da la razón y me inspira por las noches.

En busca del silencio apago los motores, me vuelvo muda y sorda, me curo las pasiones.

En busca del silencio, recupero la calma y entonces me doy cuenta de que me hago mucha falta.

DESDE LA PREHISTORIA

Y del cole al instituto y luego a la universidad, pronto un novio muy decente, uno de los de verdad.

Nada de juergas, ni abusos, todo como está mandado: tienes novio y te casas porque así tiene que ser.

Y enseguida una barriga, sin saber cómo y porqué. Sin tener muchas nociones, a veces hasta sin querer…

Pero es lo que toca ahora, sino te miran fatal y después de 9 meses ya no será nada igual.

Un nuevo ser llega al mundo y tú no sabes dónde estás. No llega con instrucciones y no sabes por dónde empezar.

Y van pasando los días y las noches cuestan más y parece que la vida se haya parado sin más.

Y al cabo de nueve meses, anda, vuelve a empezar. Ahora ya tienes más práctica. O eso te parecerá.

¿Maternar? Y eso, ¿qué es? Das el pecho y ya está. Todo el mundo sabe mucho…pero nadie te puede ayudar.

Ni tú madre, ni tu abuela, no hay amigas en ningún lugar. Pero el tiempo va pasando…al final lo lograrás.

Lo hicimos como pudimos, convencidas de que éramos las mejores madres del mundo.

Porque lo hicimos con lo más importante, un amor sano y profundo.

Cada madre así lo hace, aunque se equivoque mucho.

DIME DE LO QUE PRESUMES…

¿A quién quieres engañar? Ya se te ha visto el plumero. Lo fácil es ver la paja primero en el ojo ajeno.

El otro está equivocado, o es idiota o muy malvado. Tú todo lo has superado, eres sabio, estás sanado.

Has hecho cien mil terapias, has visitado a gurús, te han tirado todas las cartas y has viajado a Katmandú.

Conoces bien las carencias que atormentan a la gente, tú has superado con nota todo lo que a ellos les duele.

Que tienes el niño herido te dicen los muy ilusos, ¡qué sabrán ellos, amigo! Menudos egos confusos.

Estoy tan lejos de tí. Lo tengo tan superado, que en cuanto hablas de mi, me siento muy atacado.

Todo me lo tomo mal, no soporto ni una crítica, me duele hasta que me abraces, no aguanto ni una caricia.

Soy frágil, estoy herido, confuso, malentendido…pero no sé recular, no aflojo no sea que pierda esa apariencia inmortal que no aguanta una contienda.

Dime de lo que presumes… conozco las estrategias.

¿No ves que somos iguales? Como tú, yo también fui una niña pequeña.

ESE PUÑETERO CONTROL

Sumergida conmigo misma en mi misma introspección. Sin perderme más de vista, no perdono la ocasión de bucear en las aguas de mi puñetero control.

Ese control que controla hasta el más pequeño rincón. Que necesita tenerlo todo controlado. Que es chafardero y mandón.

Un control descontrolado, se niega a ser segundón.

Un control que chupa cámara, presumido, descarado, protagonista del culebrón.

Ya te tengo bien ‘junado’, control de mi descontrol, ordeno que te eches a un lado y no causes más dolor.

Estás siendo muy pesado, no gustas al personal, abandona el primer plano, ya se acabó la función.

Estás muerto y acabado, no haces más falta mi amor. Ya me cansé de tenerte debajo de mi almohadón.

ESTOY EN PAUSA

Estoy en pausa, entre paréntesis, viéndolas venir, sin demasiado deleite.

Estoy en pausa, en dulce espera, todo está hecho, cuida la huerta.

Estoy en pausa, entre las flores, con los geranios y los gorriones.

En pausa tierna, sin ruidos nuevos. Estoy en pausa de los misterios.

Muchas tormentas acontecieron y estoy en pausa, me gané el cielo.

Cierro los ojos, ahora es mi tiempo, estoy en pausa, no tengo miedo.

DISONANCIA RECOGNITIVA

Abrazarse a diario y sonreírle al corazón tiene la ventaja de que te conecta con tu cuerpo; ese cuerpo olvidado al que sólo prestas atención cuando te duele o cuando te miras al espejo. También lo miras cuando coges esa antigua foto y todavía te reconoces en ella. Pero lo haces desde un lugar lejano; era otro tiempo y tú también eras otra.

Andamos disociados de nosotros mismos. Al ser tan complejos y al estar tan desconectados nos vamos desencajando como las piezas de un puzzle.

Por un lado el corazón que siente lo que le duele; lo que le faltó de niño y lo que nunca más vuelve.

Por el otro la cabeza, que piensa lo que le han dicho. Que repite los conceptos que se creyó de pequeño.

Y ese Ser que no recuerda el porqué de tanta lucha; que anda buscando respuestas fuera de su esencia pura.

Y por ultimo está el cuerpo que recibe las heridas, la distorsión, los dolores, la enfermedad que es mentira.

Andamos tan enredados, con tanto miedo heredado, tan sutilmente programados, tan absurdamente manipulados…

Que hemos perdido el poder, el control, la condición de ser el más importante en este juego de ficción.

Y nos pasamos la vida, buscando lo que ya es nuestro. Pidiendo consejo al sabio, sin escucharnos por dentro.

Peleando con los otros, reclamando, interfiriendo en nuestra sagrada misión, en nuestro más puro sueño.

Vuelve adentro compañera, vuelve a tu hogar que es tu centro. No esperes nada de nadie, todo lo tienes tú dentro.

Entonces, cuando regreses a ese lugar que es tu templo, podrás Ser lo que ya Eres. Amor y Amor, sólo eso.